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domingo, 25 de septiembre de 2016

Burkini y desnudez

Viniendo de Hollywood aceptamos todo tipo de censura vestimentaria. En las películas y en las series hollywoodenses se muestra a las parejas hacer el amor vestidas, por lo menos con corpiño y calzón; la visión de un pezón femenino provoca un escándalo, sin hablar del vislumbre de una mata de pelo púbico, que es inaudito. La excepción ("Game of Thrones") confirma la regla. Sin embargo, la censura del burkini en las playas francesas, es decir del uso de un atuendo integral que cubre el cuerpo de la cabeza a los pies en un estilo muy específico codificado por los doctores del islam radical, escandalizó a la izquierda bienpensante.
La ley francesa puso orden inmediatamente y las ordenanzas municipales que prohibían o multaban el burkini fueron anuladas por los tribunales administrativos; intervino en ese sentido hasta el Consejo de Estado, máxima instancia administrativa del estado francés.
Muy bien, estamos de acuerdo y defendemos la idea de que la radicalización islamista y el terrorismo no pueden combatirse violando las leyes.

Pero ¿de qué se trata este asunto del burkini?

No olvidemos que en Francia está permitido el "topless" (que se usa cada vez menos, por razones relacionadas con la presencia creciente del islam radical, pero no solamente, también hay un cambio en la moda), y en algunas playas era corriente el desnudo integral, aunque ahora ese espacio se ha reducido hasta casi desaparecer. Las leyes en eso no han cambiado. Lo que ha cambiado es otra cosa, es que ha aparecido una fuerte corriente represora y violenta contra las mujeres que incide en la comportamiento libre de estas.
Pocos días después del atentando de Niza del 14 de julio, que produjo 86 muertes y 434 heridos, se produjeron peleas a trompadas en algunas playas entre hombres franceses locales del lugar y magrebíes que acompañaban a mujeres usando la prenda, símbolo y bandera de las ideas y del movimiento que habían provocado la matanza. Una amiga mía presenció una de esas grescas en una playa corsa. Algunos de los alcaldes que prohibieron el burkini lo hicieron por razones de orden público, para evitar enfrentamientos y quizás muertos y heridos. No les faltaba motivo, aunque hubieran debido respetar la ley, y desde las instancias superiores los llamaron al orden. El ambiente estaba muy caldeado, cosa fácil de entender luego de la serie de atentados, de enero en Charlie-Hebdo y el Super Cacher, de noviembre en el Bataclan, de julio en Niza.

El burkini no es una moda como cualquier otra

Es muy equivocado pensar que el burkini es una moda como cualquier otra, una pose en la vestimenta, un gusto en el vestir, un modo de expresar una peculiaridad o una rebelión contra un prejuicio. El Primer Ministro, el socialista Valls, dijo: «Le burkini n’est pas une nouvelle gamme de maillots de bain, une mode. C’est la traduction d’un projet politique, de contre-société, fondé notamment sur l’asservissement de la femme» ("El burkini no es una nueva gama de trajes de baño, una moda. Es la traducción de un proyecto político, de contra-sociedad, basado entre otras cosas en el sometimiento de la mujer"). Se trata de provocar, de exhibir su sumisión. Es el odio a la libertad, el odio a Francia que se manifiestan.
Coincido en eso con él, el burkini expresa una concepción y un proyecto político, pero la cosa me parece que va más allá: sacar a pasear por las playas de Francia, herida por los atentados, la bandera del Estado Islámico --porque eso es el burkini-- es una invitación a la batalla, es una provocación para que se produzcan enfrentamientos y violencias.
Y provocar enfrentamientos entre franceses de distintas confesiones religiosas está en la directa línea de la política del Estado Islámico, es su objetivo principal. Sus atentados no apuntan contra los monumentos o los edificios símbolos de la nación francesa, sino a provocar la lucha fratricida entre distintas comunidades, a avivar la llama de una guerra civil, a crear una división sangrienta en la sociedad enfrentando franceses musulmanes contra franceses no musulmanes, además de castigar a los que ejercen las libertades que ellos odian.

No entrar en la espiral de violencia intercomunitaria

El escudo de la unidad social es el respeto de la ley; pensemos lo que pensemos del burkini, no hay que caer en la invitación a la violencia. Nada serviría mejor a los intereses del Estado Islámico que una mujer musulmana sea agredida en una playa francesa, o para el caso, incluso solamente multada o expulsada. La autoridades restablecieron el imperio de la ley, que garantiza la libertad de vestirse como se quiera, y la población debe tener la madurez de abstenerse de descargar su indignación sobre lo primero que se cruza que parece representar al enemigo. El verdadero enemigo es el fanatismo, es el odio a la libertad, especialmente el odio a la libertad de la mujer.

El camino para enfrentar al fanatismo asesino pasa por la afirmación de los valores republicanos, por la libertad, la tolerancia y el respeto de la ley; la vía necesariamente pasa por el ejercicio de las libertades, y por el desprecio y la condena del fanatismo y la violencia. Pasa por la fraternidad con los miembros de la comunidad musulmana agredidos también, y quizás más, por la prepotencia jihadista.

Fuentes

Le tribunal administratif de Lille a suspendu l’arrêté dit « anti-burkini » du Touquet (Pas-de-Calais) que le maire Les Républicains avait maintenu malgré une décision du Conseil d’Etat jugeant ce type de décisions attentatoire aux libertés, dans une décision consultée par l’AFP vendredi 9 septembre.
« Les arrêtés litigieux ont ainsi porté une atteinte grave et manifestement illégale aux libertés fondamentales que sont la liberté d’aller et venir, la liberté de conscience et la liberté personnelle », a expliqué le tribunal administratif dans son ordonnance.
Une décision « logique et cohérente dès lors qu’on fait une analyse juridique », s’est félicitée l’avocate de la Ligue des droits de l’homme Marie-Hélène Calonne qui avait attaqué la ville du Touquet. « Il n’y a pas de troubles à l’ordre public qui justifient cette mesure de police », a-t-elle ajouté.
Dans sa décision, le juge administratif rappelle qu’aucun cas de personne portant un burkini n’avait été signalé sur les plages de cette station chic du nord de la France. « Dans ces conditions, le maire ne pouvait, sans excéder ses pouvoirs de police, édicter des dispositions qui interdisent l’accès à la plage et la baignade alors qu’elles ne reposent ni sur des risques avérés de troubles à l’ordre public ni, par ailleurs, sur des atteintes établies à l’hygiène, à la décence ou à la sécurité de la baignade », explique-t-il.
Le 26 août, le Conseil d’Etat avait mis un coup d’arrêt aux interdictions du burkini, à l’origine d’un débat fiévreux en France, en rappelant les maires au « respect des libertés garanties par les lois ». La plus haute juridiction administrative française avait souligné avec insistance qu’une restriction de l’accès aux plages ne pouvait être justifiée qu’en cas de « risques avérés » pour l’ordre public.

Après Cannes et Fréjus, la justice a suspendu, jeudi 1er septembre, l’arrêté de la mairie de Nice interdisant l’accès aux plages aux baigneurs portant des vêtements religieux, conformément à une décision rendue la semaine dernière par le Conseil d’Etat. Le maire avait signé le 19 août cet arrêté dit anti-« burkini » en invoquant notamment l’émotion soulevée par l’attentat qui a fait 86 morts le 14 juillet sur la promenade des Anglais et des risques de troubles à l’ordre public.

Alain Juppé (candidato a la candidatura presidencial de la derecha) : « Si nous continuons comme ça, nous allons vers la guerre civile »

Una amiga me escribe (el 16 de agosto 2016):
“Il y a deux jours des Magrébins et des Corses se sont battus sur une plage du Cap Corse car le fait que les femmes portaient des “burkini”, genre maillots qui couvrent tout le corps des femmes, n’était pas du gout de la population locale. Le Maire en a interdit le port, la loi signale qu’on est libre de s’habiller comme on veut, mais je pense que dans ce cas de figure, il ne s’agit pas de cela, il s’agit de provoquer, comme ces femmes le font avec le voile intégral, de provoquer la population et ses habitudes de vie, de montrer la haine de la France. Oui bien sûr la soumission de la femme, mais certaines de ces femmes sont des militantes qui considèrent les signes extérieurs de la soumission comme des oriflammes de leur haine. [...] Je suis tout à fait d’accord avec ton article sur le patriotisme et la fierté d’être française, européenne et dans mon coeur aussi sud-américaine! Respecter tous ceux qui pendant des siècles (et je suis en train de lire Rabelais qui est formidable et si moderne) se sont battus pour que nous ayons ce que nous avons comme liberté et autres valeurs éclairées. [...] Ce sont les femmes qui doivent porter les messages de paix et d’amour et l’éducation qui doit le leur permettre. Donner un droit de vivre en France à tous les réfugiés qui acceptent de partager nos valeurs, les instruire de ces valeurs en particulier les femmes, [...]”

El 29 de julio, Mohand Dehmous, argelino nacido en Kabilia y empresario en Francia desde hace muchos años, activista de izquierda y hombre de radio, escribe:
“il faut dire (aussi) que la gauche a été un acteur majeur dans cette affaire (la gestion de l’islam par les gouvernants). Jusqu’en 1980, les immigrés et leurs enfants n’aspiraient qu’à s’intégrer dans la société française... Mais tout un courant d’idéologues de la gauche au pouvoir est venu leur expliquer qu’ils étaient différents. Et qu’il fallait que la France respecte cette différence. Vous imaginez le môme, il est né ici et dès la naissance on commence par lui expliquer qu’il est différent ! En réalité, ce “droit à la différence” qui apparaissait comme quelque chose de positif a marginalisé ces Français issus de l’immigration. La marche des Beurs qui a marqué l’avènement de cette génération dans l’espace public, n’était pas organisée pour revendiquer le droit à la différence, mais pour dire que nous étions français et que nous voulions notre place dans cette société comme tout le monde! Toute l’armada politique, SOS Racisme en tête, est responsable de l’enfermement de la jeunesse des banlieues. Elle l’a livrée à la mouvance islamiste qui investissait peu à peu ces territoires et leur expliquait que oui ils étaient musulmans et n’avaient rien à voir avec ce pays”

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